La temporada del Rayo está siendo muy buena, a pesar de los últimos 2 meses que le han condenado a bajar notablemente en la clasificación y ser eliminados en semifinales de la Copa del Rey
Fuerza, velocidad, calidad, garra, lucha y sobre todo fútbol. Eso resume la temporada del conjunto vallecano, una temporada que va de menos a más, pero manteniendo siempre el ADN del equipo y de su entrenador, el gran héroe de este Rayo, Andoni Iraola. Cogió al equipo en segunda, después de llevar al Mirandés a una histórica semifinal copera donde cayó dignamente ante el campeón, la Real Sociedad. Y ahora tras mucho trabajo y esfuerzo está cuajando un temporadón, estando muchas jornadas en puestos europeos y llegando hasta semifinales de la Copa.
En el fútbol existen las casualidades, pero muy pocas, y la temporada del Rayo no es una de ellas. La unión en este deporte tan bonito y preciado es vital, y los madrileños lo han conseguido, uniendo al equipo con la gran afición que tienen, los Bukaneros. Pero en el fútbol moderno con eso no te vale para ascender a primera y cuajar una primera temporada buena, necesitas mucho más que eso, y no hay ningún líder mejor para ello que el entrenador de Usurbil. Y claro, para él todo es más fácil cuando tienes en el campo a jugadores como Óscar Trejo, Isi Palazón, Catena o Álvaro García. El capitán franjirrojo es actualmente el máximo asistente de la Liga con 9 asistencias, empatado con Benzema.
Cada partido del Rayo es una delicia para el espectador, una medicina para la vista tras haber visto partidos realmente feos durante todo el día. Un más que reconocible 4-2-3-1, con laterales muy ofensivos y un centro del campo lleno de calidad y trabajo. Las bandas tienen nombre y apellido, que son los anteriormente mencionados Álvaro García e Isi Palazón, y como “9” el de Usurbil tiene varias opciones, siendo Sergi Guardiola últimamente su favorito. Un fútbol valiente, vistoso y de mucha intensidad, con el fin de acorralar y después morder al rival, desde el primer hasta el último minuto, ya sea en casa o fuera.
Pero la meritoria temporada del Rayo tiene como principal culpable a Vallecas, un auténtico fortín inexpugnable hasta hace mes y poco. Hasta ese momento Vallecas era el campo más difícil de toda Europa, superando en puntos como local a equipos como City y PSG, lo que demuestra el trabajo de supervivencia que es visitar a los rayistas. El 23 de enero acabó esa racha, cuando el Athletic consiguió vencer por primera vez ahí, y a partir de ese día el equipo empezó a bajar. Y así hasta hoy, aunque eso no quita la gran temporada que sigue cuajando el equipo de Iraola.
Ayer, 3 de marzo, los madrileños cayeron eliminados de la Copa del Rey en semifinales, tras perder 3-2 en el global de la eliminatoria ante el Real Betis Balompié. Honor y orgullo es lo que debe sentir la afición vallecana ante este equipazo, luchando hasta el último minuto de una semifinal medio año después de ascender a primera división. En resumen, este Rayo gusta mucho, y se necesitan más equipos así por el bien del espectador.
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